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viernes, 22 de abril de 2011

Nada...Todo


Tú, de todas las personas del mundo tuviste que ser tú, de todas las miradas de gente, tuvo que ser la tuya, y de todas las sonrisas de todo el universo fue la tuya la que me llamó la atención.



Me sobraron los segundos para enamorarme de ti, necesitaré millones de años para olvidarte para siempre. La verdad, no importará lo que pase, siempre un pequeño fragmento de mi corazón será solamente tuyo, te lo prometo. No es fácil olvidarte para nada, cuando creo haberlo conseguido me cruzó contigo. Entonces todos esos insignificantes detalles convertidos en recuerdos los vuelvo a sentir, y otra vez cada noche sueño contigo, con tu mirada y sonrisa especial. Odio levantarme, compréndeme, en un instante pasas de ser parte de mi a no ser nadie. Odio llorar por ti, la cruda realidad, tu y to no somos nada.

Nada... cuatro letras que cambian todo.

Sabes que eres especial, no como los demás sabes que para mi...lo eres todo.
Todo, cuatro letras que lo significan todo.








martes, 19 de abril de 2011

hielo

-Emily, Emily...-me zarandearon- ¡Despierta!
Mis ojos se abrieron despacio y soñolientos. Me los froté, me giré y vi el rostro iluminado de Anna. Anna era extrovertida, tenía el pelo rubio ceniza con mechas naturales, era liso. Tenía los ojos verdes y las mejillas sonrosadas. Iba sentada a mi lado en el autobús.
-Mira por la ventana- dijo sonriente señalándola.
Mis ojos siguieron la dirección de su dedo, de pronto me quedé quieta, no pude evitar sonreír con añoranza. Una capa de nieve lo cubría todo, y a lo lejos divisé un pueblo blanco. Nos internamos entre las montañas, carámbanos que parecían de cristal estaban congelados al igual que el rio que dejábamos a la derecha.
-¡Mirar!- dijeron desde el otro lado del autobús-.
-Está congelada-dijo una voz infantil.
-Mola un montón- dijo una chica.
Era cierto, una cascada de hielo brillaba con el sol, en la pared de la montaña.
-Vaya...-suspiré.
-Y que lo digas, Emy- dijo la suave voz de Vanessa por detrás.
De repente empezó a sonar una cancion que todos conocíamos, y en las pantallas del auto empezaron a reproducirse las fotos y vídeos del año pasado.
Absorta en la pantalla, un rallo de sol me cegó, fui a cerrar la cortina cuando descubrí la causa del deslumbre: todo un lago congelado que reflejaba la luz solar.
-No lo recordaba tan perfecto-le dije a Anna.
-Tengo el presentimiento de que este va a ser el mejor año-respondió ella.