Lo que nadie debería decir

Un mundo sin reglas sería aun peor que un mundo con, y no solo me refiero a lo a que a seguridad se refiere. Un mundo sin reglas sería aburrido, si no hay leyes que nos podamos saltar ¿Qué diversión, atrevimiento y aventura tiene? Absolutamente ninguna.
Es lo que todos pensamos, pero nadie se atreve a desvelar. Pues todos sabemos que el bien está sobrevalorado, y por mucho que digan u obligen a pensar, el mal tiene una fuerza que el bien no se atreve a tener. ¿Y ahora quién me va a negar? La gente que lo piensa, pero no se creen capaces de decirlo. O la gente que lo sabe, pero no lo dicen por temor.
Puesto que somos una absurda minoría, me quedaré callada, y seré...una buena chica.

Sueños: prefacio

Probablemente el país de los sueños sea el más aterrador y más perfecto lugar que pueda existir. Posiblemente sea mucho más que meras imágenes borrosas y confusas que luego logramos recordar. Lo más seguro es que sea mucho más que eso. Dos realidades paraleras, porque es la verdad ¿Cual realidad es la verdadera? ¿De cual nos podemos fiar? Y a menudo esas no son las preguntas correctas, sino:

• ¿Cual es realmente un sueño?
• Y ¿De cual nos deberíamos fiar?

Creo que a mi no se me aplica lo de: Todo se cura con el tiempo

Simplemente no me entra en la cabeza. No te he olvidado, ¿por qué? Si dos meses no lo han hecho, ¿qué o quién lo hará? Al principio era un leve cosquilleo que surgía en mi estómago y subía hasta mi sonrisa. Hoy en día ese sentimiento me hace mirar al cielo y reir, en voz alta. Hoy me haces dar vueltas en mi habitación a las cinco de la mañana. Hoy sueño, no, no son pesadillas. Me haces llorar, sentir indefensa y vulnerable. Tampoco me entra en la cabeza como no te dije nada el pasado veintidós de junio. Puedo recordarte a ti y a ella. Puedo recordar lo mal lo sentí y también las ojeras del día siguiente al no haber dormido. En medio de toda esa tormenta que había en mi, llegó un rayo de luz:
- Él no te merece, eres demasiado buena para él. Y para mi, eres mucho más guapa que esa chica.
Tal vez por eso no te dije nada. Hoy me arrepiento, debería haberlo hecho al escuchar esas palabras. Joder, hoy en día no sabes como me estoy muriendo, estoy callendo, ¿sabes por qué?

Ni siquiera te dije adiós. Eso me mata, lo hice mal, porque decir adiós significa irse, e irse significa olvidar.

No te dije adiós, no te he olvidado. Simple. Ni siquiera te acuerdas de mi. Yo si, eso me sirve para que el próximo doce de septiembre me acerque a tí y te diga hola. Lo que digas tú, solo lo sabes tú. Tienes varias opciones.

           

         A) Pasar de todo (muy, muy en el fondo. Ojalá).

           B) Saludar con la mano mientras te alejas (bueno parece que te vas acordando).

           C) Darme un beso de ''bienvenida'' (Moriría por eso).

        o D) Acercarte y decir hola, sonreir como solo tu sabes y volver a empezar ( sin duda esta es mi opción favorita).

Solo te prometo que cuando entre por la puerta no me vas a reconocer. No lo hago siniquiera yo.

PD: No te vas a defraudar.

Summer...

Hola de nuevo, estoy viviendo el mejor verano de mi vida, tal vez como la gran mayoría de los adolescemtes. Verano... ¿ Qué tendrá que nos gusta a todos? Nadie lo sabe, pero resulta atractivo. Soportamos un año de exámenes, amistades falsas, amores traicioneros, y nos meternos en una máscara para poder sobrevivir en un mundo superficial solo porque un veinte de junio todo acabará y seremos libres. ¿Será la libertad? ¿ No fingir nada en absoluto? ¿ El calor?, tal vez sea esa canción que escuchas por las noches de fiesta que te recuerda tanto al chico surfista que te sonrió al pasar por tu lado. Quizás lo sea todo. Un sueño, que acabará como todos. Pero es solo otro año, y merece la pena por volver a soñar. Podré soportar cualquier cosa con tal de volver a soñar...

Efectos secundarios.

No es justo, no lo es, enamorarse y que siempre todo te salga al revés. Todas las historias que has leído terminaron con un final feliz,  tu mejor amiga, la tímida, acaba que empezar una relación con un chico que estuviste a punto de conseguir si el miedo no hubiera jugado en tu contra. Eso no te gustó. Pensabas que habías aprendido la lección pero te vuelves a ver con los ojos rojos de tanto llorar porque hace unas horas habías mirado por casualidad al lado equivocado y le habías visto a él y a ella.

Y por enésima vez aquí estas, sola en tu habitación, sobre tu cama. Han pasado horas… son la tres de la mañana y no has dejado de maldecir tu penosa vida.  En la funda de tu almohada hay gotas negras del rímel que acaba de resbalarse desde tus pestañas. Con la mirada perdida sigues sin aprender a hacerle una armadura a tu corazón, sabes que jamás se curará del todo, porque sabes que el miedo te va a seguir a donde quiera que vayas. Porque en el fondo sabes que no te vas a enfrentar a él. Lo peor es que siempre de das cuenta cuando el dolor ya está causado.

Piensas que no es justo. No, no lo es. Y ahora es cuando llega lo peor, esos recuerdos que son inevitables recordar, que son imposibles de borrar, sabes que vas a tener que vivir con ellos. La gente dice que sonrías. Les miras con una sonrisa, pero no de felicidad sino de comprensión. Nadie que sabe lo que es te rompan siempre el corazón, y que éste no conozca como es cuando no es correspondido, nadie que lo supiera te animaría a sonreír. Aunque al fin de al cabo son amigos, y esa es su función, preocuparse.

Pasan los días… empiezas a sonreír, a fingir de nuevo que todo va bien, que te da lo mismo lo que pase. Deseas que alguien se de cuenta…nunca lo hacen. Y continúas con tu patética vida, sufriendo por algo que, en realidad, es mejor evitar.

¿Azar o destino?

No conseguía conciliar el sueño, miraba el reloj sin ver en realidad como transcurrían las horas. Había algo que me impedía dormir, era ese instante, se mísero segundo que podría haberlo cambiado todo. Eso me concomía por dentro. Por eso no intenté dormirme, sabía que era imposible, tan solo cerré los ojos.

Todo alrededor empezó a cambiar, tomando forma y color: Me encontraba allí, y os preguntareis, ¿dónde? Era donde mi vida podría haber cambiado. Di una media vuelta y fue cuando le vi. A él, a su mirada especial, a su dulce sonrisa y a sus ojos azules profundos como el mar.

Era un simple recuerdo, estaba hablando conmigo. En esa época en la que yo solo le veía como un amigo más. Caí en la cuenta de que si no hubiera ido al viaje que se había organizado jamás le hubiera conocido. Un recuerdo se me pasó por la cabeza. El recuerdo en el que todo ocurrió. Llevaba mucho tiempo enamorada de la persona equivocada, lo seguiría estando si el destino no hubiera intervenido, y empecé a recordar…

Yo me hallaba muy cerca de el chico de ojos castaños, que se acercaba con una media sonrisa en el rostro. No podía apartar mis ojos de los suyos, y fue cuando algo en mi cambió, ni siquiera me gustaba, al mismo tiempo en el que sonó la puerta.

Fui a abrir la puerta, incomprensiblemente sonreí, de alguna manera él siempre lo conseguía. Se paró el mundo. Era él, desde el principio. Fue cosa del destino que la puerta sonara, pero fue cosa del azar el haber estado a punto de besarle. Pero si no hubiera sonado la puerta seguiría sintiendo solo amistad, ahora era todo lo contario.

De repente abrí los ojos, seguía sobre la cama. Había pasado ya tiempo de eso, y como estaba enamorada de verdad me daba miedo y me moría de vergüenza. Ya casi no hablaba con él, íbamos por caminos distintos. Nuestras conversaciones no pasaban de un simple ‘’hola’’ y ‘’adiós’’.

Fue cosa del azar el decidir que estaba enamorada del chico de ojos azules, si no lo hubiera decidido seríamos mucho más que amigos.

Pero…¿qué hubiera sucedido, que hubiera pasado si…?

 

Nada...Todo

Tú, de todas las personas del mundo tuviste que ser tú, de todas las miradas de gente, tuvo que ser la tuya, y de todas las sonrisas de todo el universo fue la tuya la que me llamó la atención.

Me sobraron los segundos para enamorarme de ti, necesitaré millones de años para olvidarte para siempre. La verdad, no importará lo que pase, siempre un pequeño fragmento de mi corazón será solamente tuyo, te lo prometo. No es fácil olvidarte para nada, cuando creo haberlo conseguido me cruzó contigo. Entonces todos esos insignificantes detalles convertidos en recuerdos los vuelvo a sentir, y otra vez cada noche sueño contigo, con tu mirada y sonrisa especial. Odio levantarme, compréndeme, en un instante pasas de ser parte de mi a no ser nadie. Odio llorar por ti, la cruda realidad, tu y to no somos nada.

Nada... cuatro letras que cambian todo.

Sabes que eres especial, no como los demás sabes que para mi...lo eres todo.
Todo, cuatro letras que lo significan todo.

hielo

-Emily, Emily...-me zarandearon- ¡Despierta!
Mis ojos se abrieron despacio y soñolientos. Me los froté, me giré y vi el rostro iluminado de Anna. Anna era extrovertida, tenía el pelo rubio ceniza con mechas naturales, era liso. Tenía los ojos verdes y las mejillas sonrosadas. Iba sentada a mi lado en el autobús.
-Mira por la ventana- dijo sonriente señalándola.
Mis ojos siguieron la dirección de su dedo, de pronto me quedé quieta, no pude evitar sonreír con añoranza. Una capa de nieve lo cubría todo, y a lo lejos divisé un pueblo blanco. Nos internamos entre las montañas, carámbanos que parecían de cristal estaban congelados al igual que el rio que dejábamos a la derecha.
-¡Mirar!- dijeron desde el otro lado del autobús-.
-Está congelada-dijo una voz infantil.
-Mola un montón- dijo una chica.
Era cierto, una cascada de hielo brillaba con el sol, en la pared de la montaña.
-Vaya...-suspiré.
-Y que lo digas, Emy- dijo la suave voz de Vanessa por detrás.
De repente empezó a sonar una cancion que todos conocíamos, y en las pantallas del auto empezaron a reproducirse las fotos y vídeos del año pasado.
Absorta en la pantalla, un rallo de sol me cegó, fui a cerrar la cortina cuando descubrí la causa del deslumbre: todo un lago congelado que reflejaba la luz solar.
-No lo recordaba tan perfecto-le dije a Anna.
-Tengo el presentimiento de que este va a ser el mejor año-respondió ella.