No conseguía conciliar el sueño, miraba el reloj sin ver en realidad como transcurrían las horas. Había algo que me impedía dormir, era ese instante, se mísero segundo que podría haberlo cambiado todo. Eso me concomía por dentro. Por eso no intenté dormirme, sabía que era imposible, tan solo cerré los ojos.
Todo alrededor empezó a cambiar, tomando forma y color: Me encontraba allí, y os preguntareis, ¿dónde? Era donde mi vida podría haber cambiado. Di una media vuelta y fue cuando le vi. A él, a su mirada especial, a su dulce sonrisa y a sus ojos azules profundos como el mar.
Era un simple recuerdo, estaba hablando conmigo. En esa época en la que yo solo le veía como un amigo más. Caí en la cuenta de que si no hubiera ido al viaje que se había organizado jamás le hubiera conocido. Un recuerdo se me pasó por la cabeza. El recuerdo en el que todo ocurrió. Llevaba mucho tiempo enamorada de la persona equivocada, lo seguiría estando si el destino no hubiera intervenido, y empecé a recordar…
Yo me hallaba muy cerca de el chico de ojos castaños, que se acercaba con una media sonrisa en el rostro. No podía apartar mis ojos de los suyos, y fue cuando algo en mi cambió, ni siquiera me gustaba, al mismo tiempo en el que sonó la puerta.
Fui a abrir la puerta, incomprensiblemente sonreí, de alguna manera él siempre lo conseguía. Se paró el mundo. Era él, desde el principio. Fue cosa del destino que la puerta sonara, pero fue cosa del azar el haber estado a punto de besarle. Pero si no hubiera sonado la puerta seguiría sintiendo solo amistad, ahora era todo lo contario.
De repente abrí los ojos, seguía sobre la cama. Había pasado ya tiempo de eso, y como estaba enamorada de verdad me daba miedo y me moría de vergüenza. Ya casi no hablaba con él, íbamos por caminos distintos. Nuestras conversaciones no pasaban de un simple ‘’hola’’ y ‘’adiós’’.
Fue cosa del azar el decidir que estaba enamorada del chico de ojos azules, si no lo hubiera decidido seríamos mucho más que amigos.
Pero…¿qué hubiera sucedido, que hubiera pasado si…?
